En el siglo XIX se había expandido el trabajo en oficinas. Todos los documentos eran realizados en forma manuscrita, para muchos destinatarios esto era lento y se perdía muchísimo tiempo a la persona que escribía.
Pero para seguir creciendo en el mundo de los negocios hacía mucho más.
Hubo muchos inventores que trataron de lograr inventar alguna máquina de escritura pero todos fracasaron.
En 1865 apareció la primera máquina del noruego Malling Housen y un año después la máquina del tirolés Peter Mitterhofer.
Ocho años después se introdujo en las oficinas la máquina Remington con el llamado teclado QWERTY que fue diseñada por Lathan Scholes en 1873, este tenía distanciadas las letras mas usadas en el ingles para que fueran más rápido.
Dos años después de incorporarse en las oficinas el industrial Philo Remington comenzó a vender las máquinas a su nombre después de haber mejorado las anteriores máquinas mejorando su tamaño.
A partir del siglo XX fueron mejorando hasta que se convirtió en la máquina de escribir eléctrica con memoria artificial. La invención de la fotocopiadora, la grabadora, el fax y el ordenador fueron acelerando esto.
La máquina de escribir se produjo industrialmente en 1874 y esto permitió la entrada de la mujer en el trabajo.
La máquina de escribir constituyó uno de los instrumentos más útiles e indispensables en la oficina moderna del siglo XX hasta que fue sustituida por el ordenador.
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